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Las Escuelas SAFA de Andújar han sido siempre consideradas como el segundo Centro de la Institución, y ésto no sólo por la amplitud de sus edificios y la extensión de sus terrenos, sino también por el número y la importancia que siempre concedió el Fundador a este Centro. En el estuvo el segundo gran internado de la Obra.
Está situada la ciudad de Andújar (ciudad por concesión de D. Enrique de Trastamara) en un bello y estratégico paraje, al pie de la falda sur de Sierra Morena. Se asienta sobre un fértil valle bailado por el río Guadalquivir. La Ililurgi romana tiene una rica historia, habiendo sido ocupada por romanos, cartaginenses y moros, rescatada en el siglo XII por Alfonso VII y definitivamente por Fernando III en 1224.
En el siglo XIX Andújar desempeñó un importante papel en la guerra de la Independencia. En ella se firmó la Capitulación que selló la batalla de Bailén. Después, en los levantamientos populares de 1.835, para conseguir mayor autonomía municipal, Andújar fue cabeza de la Junta Soberana central de Andalucía donde estaban representados todos los municipios andaluces.
Su extensa población, que pasa hoy de los 39.000 habitantes, se extiende no sólo por el núcleo urbano sino por aldeas y caseríos de una vega densa en habitantes gradas a sus regadíos.
Si en otras fundaciones fueron bienhechores particulares lo que dieron las primeras ayudas, la fundación de este Centro está íntimamente ligada a autoridades locales y nacionales. Fue el entonces alcalde de la ciudad, D. Tomás Escribano Soriano el hombre clave de esta fundación, pues logró que el Ayuntamiento cediera a la Institución el hermoso pabellón del antiguo Instituto de Segunda Enseñanza, donde comenzó el internado de este Centro. El antiguo Instituto que estaba entonces transformado en un Colegio Municipal Legalizado. No hemos podido saber quien puso en contacto al P. Villoslada con D. Tomás.
El segundo eje de esta fundación lo representó D. Blas Pérez González, Ministro de la Gobernación, quien conoció las Escuelas a través de este Centro, al que visitó dos veces en los primeros años.
Era el antiguo Instituto un moderno pabellón de dos plantas con capacidad para ocho clases más despachos y servicios. Más adelante se le añadió una tercera planta. Está situado dentro de la ciudad, en lo que fuera carretera de Madrid-Cádiz.
Tenía adjunta la vivienda del conserje, dos cobertizos, terrenos para juegos y deportes. El Padre ampliaría después estos terrenos, comprando, con ayudas del Ayuntamiento y bienhechores, diversas parcelas para formar una finca de cerca de nueve hectáreas y media. Siempre se ha conocido esa zona con el nombre de Puerta de Madrid.
En el Curso 1959-1960 se construyeron cuatro clases cercanas al pabellón.
El primer paso del Padre fue hacerse cargo del Colegio Municipal Legalizado, firmando un contrato con el Ayuntamiento que, en principio, duraba desde el día 1 de agosto de 1.941 a 3 de julio de 1.951. Era natural que el Municipio viera con buenos ojos la entrada en el pueblo de los Padres Jesuitas y que fuese el Bachillerato la enseñanza privilegiada. Así solía suceder en todas las fundaciones. El contrato se hizo directamente con el P. Villoslada, por no tener aún la Institución personalidad jurídica, pero ya se preveía en él que el Padre podía incorporar el Centro a cualquier otro organismo o entidad que asuma el cumplimiento del fin docente que se determina en las bases. Bien es verdad que las bases eran amplias y que las enseñanzas de Bachillerato y Enseñanza Primaria a que se comprometía el Padre podían cambiarse por otras por grave causa a juicio de los Directores de dicho Colegio. El arrendamiento era por 10.000 pts. (60) anuales, pero resultaba que estas revertían nuevamente en el Colegio para becas y conservación del material de los edificios. El contrato fue revisado en Madrid por el abogado que en aquellos tiempos asesoraba al Padre, D. Diego Yuste Garrido.
No sabemos exactamente qué día del mes de octubre de 1.941 comenzaron las clases pues la inauguración se hizo sin especial solemnidad. Sabemos que se impartían enseñanzas de Bachiller desde 1º a 7° curso y que el primer Director fue D. Jesús Villoslada, hermano del Padre. Al curso siguiente le sucedió el licenciado D. Eduardo Rubio. Los alumnos pagaban 60 pts. (0,36) mensuales, aunque se concedían abundantes becas. La jornada era dura: de 8 de la mañana a 8 de la tarde. Posteriormente se impartieron también clases de ingreso. Este Colegio Municipal sólo duró hasta finales del Curso 1.942-1.943.
Bibliografia: Padre Bermudo.